lunes, 20 de abril de 2009

Dormido



Sólo te he visto dos veces dormido.

Tu sueño es nervioso, agónico, doliente, duermes como vives, al borde.

Pero esas dos veces que te has quedado dormido sin quererlo entre mis brazos, te he despertado.

Te he despertado de la mejor manera que sé despertarte.

Deslizando mis labios por tu cuello, por tu pecho imberbe, por tu barriga ausente, por tus piernas atléticas.


Y mi boca busca, busca el placer dormido, aletargado, invisible.

Y sé que te gusta cuando está como tú, dormido y por eso deslizo mi lengua entre tus piernas, para que suavemente se salpique el sueño y recobrar a golpes de lengua, de labios, de pequeños mordiscos el resplandor de apenas unos minutos.


Y recuperas el resplandor y me azota el suave balanceo de tus manos en mi cabeza, sin apretar, sin apenas notarlas, y sé que si mezo mi lengua sobre la cumbre de tu placer despertarás sin un atisbo de cansancio.

Y sé que si continúo en este juego que te gusta y me fascina acabarás de nuevo temblando, olvidando hasta tu nombre, convulsionando tu placer que durante ese instante fue también el mío.


fotos de google

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No creo que exista mejor forma de despertar.

Anónimo dijo...

Qué ternura de amaneceres....

..y cuánta fogosidad,:)

Kssss

Anónimo dijo...

Eres bella.